lunes, 26 de julio de 2010

LA GRAN CARRERA

Era la primavera de 1950 cuando el Tiro y Pelota Auto Club (TYPAC) de Comodoro Rivadavia, organizó aquella fantástica carrera que fue la Vuelta de la Gobernación Militar, un desafío grande, casi imposible, válido por el campeonato argentino.
Tres etapas de un camino agreste, para recorrer 1.475 kilómetros de conmovedora soledad patagónica. Tres esfuerzos notables que apenas catorce pilotos se animaron a realizar.
El 10 de noviembre de aquel año 1950, bajo una pertinaz llovizna, que agregaba un ingrediente mas a la difícil carrera, la historia de la Vuelta de la Gobernación Militar comenzó a escribirse.

El piloto de San Julián, José Cristian,
desafiando las dificultades del camino
en la Vuelta a la Gobernacion Militar

(Fotografía: Revista Patagonia Austral) 
 A las nueve de la mañana la bandera argentina cayó sobre el capó del auto número uno, del porteño Ernesto Petrini, quien a toda marcha puso proa hacia Puerto Deseado y tras el, a intervalos de treinta segundos, el 2 de Vicente Tirabasso, el 3 de José Cristian, el 4 de Guillermo Quintana, el 5 de José Pérez Nain, el 6 de Luís Verdeal, el 7 de Antonio Trevisan, el 8 de Selin Kesen, el 9 de José Muñiz, el 10 de José Rozas Ferre, el 11 de “Pepe Ruso”, el 12 de Ricardo Bissi, el 13 de Juan Gruat y el 14 de José Leonard.
Todos con la misma ilusión: dar la vuelta. Algunos con una ambición mayor: ganar la carrera.
A poco de iniciarse la competencia, por El Tordillo, Petrini mandaba en el camino y en los relojes, seguido por Quintana, de Esquel y Cristian, de San Julián.


Juan Gruat, en el barro de los caminos patagónicos
durante la Vuelta a la Gobernación Militar

(Fotografía: Revista Patagonia Austral) 
Por Holdich, ya el hombre de Buenos Aires acusaba algunos problemas en su auto y se retrasaba, cediendo la punta de la carrera a Guillermo Quintana, mientras “Pepe Ruso” ya aparecía en tercer lugar.
Poco antes de llegar a Las Heras, a un costado del camino se quedaron las esperanzas del “indio” Pérez Nain, casi al mismo tiempo que José Cristian se adueñaba de la punta de la carrera, favorecido por algún problema en la máquina de Quintana.
En el control de Las Heras, Cristian estaba en punta, aunque amenazado por “Pepe Ruso” y tras ellos Rozas Ferre, Verdeal, Quintana, Kesen, Trevisan, Muñiz, Leonard y muy retrasados, Petrini, Tirabasso, Bissi y el piloto de Coronel Pringles, Juan Gruat.

José Cristian, al final del esfuerzo,
en la planta compresora de gas de km 11

(Fotografí: Revista Patagonia Austral)
Por Pico Truncado ya era primero “Pepe Ruso”, estirando diferencias sobre Cristian, que no le podía seguir el ritmo. José Muñiz y Juan Gruat pasaron muy retrasados, con pocas posibilidades de llegar al final.
Fitz Roy vio pasar adelante a “Pepe Ruso”, cortado en la punta, casi asegurándose la victoria en la etapa, pero ya no era segundo Cristian, superado por Rozas Ferre y Verdeal.
Y finalmente, Puerto Deseado. “Pepe Ruso” ganador, empleando 4h16m01s, a un promedio de 108,868 km/h y aventajando por 15m58s a Rozas Ferre, por 29m07s a Verdeal, por 32m27s a Quintana, por 41m26s a Cristian y por 53m57s a Kesen. Luego, muy retrasados, Trevisan, Leonard, Petrini, Tirabasso y Bissi. A mas de ocho horas del ganador, entrando fuera de término al control, José Muñiz y Juan Gruat, que se despedían de la carrera.


Bajo la lluvia, Selin Kesen a punto de
iniciar la Vuelta a la Gobernación Militar

(Fotografía: Diario El Rivadavia)
Sin tiempo para el descanso, al día siguiente la segunda etapa, que partiendo de Puerto Deseado desandaba el camino por Tellier, Antonio de Viedma, Jaramillo, Fitz Roy, Tehuelches, Pico Truncado, Piedra Clavada, Las Heras, Los Monos, Matamagallanes y final en Río Mayo, tras 573 kilómetros de marcha.
Y otra vez la lluvia, pero ahora muy intensa. Anegando caminos, complicando la carrera, obligando a los participantes a un esfuerzo supremo.
Sin achicarse, a las nueve de la mañana, “Pepe Ruso” partió de Puerto Deseado, apuntó a Tellier y aceleró, buscando consolidarse en el primer lugar del lote de once corredores que habían sobrevivido al tramo del día anterior.


Los hermanos Selin y Cesar Kesen,
poco antes de comenzar la gran carrera

(Fotografía: Foto Roselló) 
Pero nada era tan sencillo. Por Fitz Roy, Cristian era puntero de la etapa, recuperando el andar del comienzo del primer día y tras él “Pepe Ruso”, Trevisan y Petrini, recuperando terreno, dispuesto a demostrar por que era uno de los mas destacados pilotos nacionales.
¿Y José Rozas Ferre? El hombre que tan buen trabajo había realizado en la primera etapa, llegó muy pasado a una curva, en las cercanías de Fitz Roy y no pudo controlar el auto que se fue del camino y tras loca cabriola quedó volcado. Rozas y su acompañante, ilesos, pero ya no había carrera para ellos.
En Pico Truncado, “Pepe Ruso” recuperó la punta e inició la escapada. Ya no estaba en carrera Ricardo Bissi y las dificultades del camino, anegado por la lluvia, agrandaban las diferencias.
En Las Heras abandonó José Leonard, mientras el puntero se escapaba de Cristian, Trevisan, Petrini, Verdeal y Quintana.


Jose Muñiz, de Río Gallegos y una muestra de
cómo se corrió la Vuelta a la Gobernación Militar

(Fotografía: Revista Patagonia Austral) 
Tras 6h49m25s de lucha contra las dificultades, “Pepe Ruso” ganó la segunda etapa a 84,788 km/h de promedio. A 40m35s se ubicó Cristian, a 1h38m15s Trevisan, a 2h44m15s Petrini, a 3h03m10s Verdeal y luego Quintana, Tirabasso y Kesen.
El 12 de noviembre el ultimo esfuerzo. Desde Río Mayo hasta Comodoro Rivadavia, pasando por empalme Ruta 26, Las Pulgas, Sarmiento, Valle Hermoso, Pampa del Castillo, Escalante y final en la planta compresora de gas de Km 11.


"Pepe Ruso" saliendo de Comodoro Rivadavia
por lo que hoy es la avenida Yrigoyen

(Fotografía: Revista Patagonia Austral) 
“Pepe Ruso” largó en primer término, pero esta vez tranquilo, sabiendo que no tenía demasiado apuro y solo le bastaba llegar al final para quedarse con la victoria. Para el resto era una carrera aparte, buscando quedarse, aunque más no fuera, con el premio consuelo de ganar la etapa.
Este planteo se notaba claramente en Sarmiento, por donde estaba en punta Selin Kesen, seguido por Cristian, “Pepe Ruso”, Petrini, Tirabasso, Verdeal, Trevisan y Quintana.
En Pampa del Castillo, último control antes del final, Kesen se consolidaba en punta, Cristian aguantaba, Petrini ascendía al tercer lugar, “Pepe Ruso” viajaba tranquilo en el quinto puesto y Tirabasso, Verdeal, Trevisan y Quintana no podían hacer más y solo aspiraban llegar al final.
Y el final llegó cuando los hermanos Selin y Cesar Kesen cruzaron la meta, ganadores de la etapa, en 4h11m06s, a un promedio de 61,665 km/h. Detrás de los comodorenses, el porteño Ernesto Petrini, con Dante Gonella de acompañante; José Cristian, con José Fernández; “Pepe Ruso” con Osvaldo Ciolfi; Vicente Tirabasso con Domingo Colanero; Luís Verdeal con Carlos González; Antonio y Carlos Trevisan y Guillermo y José Quintana.


Ernesto Petrini largando la Vuelta a la Gobernación Militar,
frente a lo que hoy es la ENET Nº 1.
La lluvia no impedía que la gente se agolpara a ver a sus idolos

(Fotografía: Revista Corsa) 

En la general final, “Pepe Ruso” ganó con un tiempo de 17h05m01s a 75,302 km/h de promedio. Segundo, José Cristian, a 43m56s; tercero, Antonio Trevisan, a 3h31m27s; cuarto, Luís Verdeal, ubicando el mejor Chevrolet, a 3h45m37s; quinto, Selin Kesen a 4h09m13s; sexto, Guillermo Quintana a 4h15m08s; séptimo, Ernesto Petrini a 4h31m24s y octavo, Vicente Tirabasso a 7h16m54s.

El esquelino Guillermo Quintana, peleando con
las dificultades del camino, en la primera etapa

(Fotogrfía: Revista Patagonia Austral) 

La Vuelta de la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia, había finalizado. La victoria de “Pepe Ruso” estuvo justificada en una excelente máquina y su regularidad para llevarla a través del tortuoso camino. El TYPAC se quedó con la satisfacción del deber cumplido y con los elogios de autoridades, pilotos y aficionados que supieron valorar el esfuerzo enorme que significó organizar una carrera de aquella magnitud.


Los Kesen rumbo a Puerto Deseado, en el comienzo
de la carrera. La gente, al costado del camino los saluda.

(Fotografía: Revista Patagonia Austral) 
Lamentablemente esta carrera no volvió a realizarse. La situación económica que sobrevino, no lo permitió, pero para aquellos que fueron protagonistas de la historia, se convirtió en un recuerdo imborrable.


Luis Verdeal doblando fuerte en una curva
del camino de la Vuelta a la Gobernación Militar

(Fotografía: Revista Patagonia Austral) 
Muy poco tiempo después cambiarían sustancialmente las cosas y el modo de hacer automovilismo, porque aunque las carreras del TYPAC continuaron disputándose algún tiempo más, la fundación del Auto Moto Club desplazó el eje de la actividad y desvió la organización de carreras hacia circuito cortos, con las categorías Ford T Semipreparados y Fuerza Limitada. Pero eso, es otra historia.

1 comentario:

  1. lo unico que puedo decir es la emocion que me dio ver la foto del auto de mi querido tio que en esa carrera lo acompaño mi otro tio el querido gordo fiore como le gustava que lo llamaran

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