jueves, 11 de noviembre de 2010

LA VUELTA DE LA GRAN CARRERA

El año 1979 fue bastante interesante para el automovilismo comodorense porque la actividad logró tener continuidad y solo se interrumpió en los meses de junio y julio, en un casi obligado receso invernal.
Por otro lado se pudo observar la consolidación del TN 800, una leve recuperación del Hot Rod y, sobre todo, el crecimiento de la flamante categoría del Turismo Nacional, la de 2000 cc que en el mes de diciembre había debutado con éxito en las 4hs del autódromo General San Martín.
 

Eladio Valle adelante y Carlos Cesarini en su 
persecución, 
corriendo en el autódromo General San Martín
Pero el acontecimiento mas trascendente de esta temporada se dio en el mes de abril, cuando el Auto Moto Club hizo disputar nuevamente, después de 12 años, la Doble Puerto Deseado.
Pero vayamos cronológicamente. Los campeonatos para las tres categorías de entonces se pusieron en marcha el 4 de marzo, con la disputa del Gran Premio Aniversario Ciudad de Comodoro Rivadavia, corrido en el autódromo General San Martín. TN 800, Hot Rod y TN 2000.
En la categoría más pequeña, tras 18 vueltas de carrera, Chacho León aventajó por algo más de cinco segundos a Carlos Costilla, detrás de quien se ubicaron Pedro Arranz, Carlos Martínez, Luís Spagnoli, Rubén Pires, Ricardo Victores y Alberto Salas.
 
Emilio Moratinos a bordo del Peugeot de Pipo 
Stefen. El hombre también supo ganar en el 
Turismo Nacional.
(Fotografía: gentileza Emilio Moratinos)
En Hot Rod fue una cómoda victoria de Jorge Malo, seguido muy lejos por “Petete” González, Armando Purzel, Carlos Costilla, Mario Rodríguez, Emilio Moratinos, Orlando Rojido y Aníbal Das Neves.
Finalmente en TN 2000 prevaleció la cupé Fiat 125 preparada por Victorino Viegas, con Carlos Mottino al volante. Segundo, a 28s1/10, Cristóbal López y mas atrás, a 57s1/10, Willy Soto, ambos con Fiat. Osvaldo Hilgemberger colocó el mejor Peugeot en cuarto lugar, quinto fue Enrique Stefen, con una máquina similar y sexto, Eladio Valle con Fiat.
 
Eduardo "Manzanita" Argüelles en los primeros 
tramos de la Doble Puerto Deseado de 1979  
(Foto: gentileza categoría Hot Rod)
Terminada esta carrera, todo el mundo se puso a trabajar para la Doble Puerto Deseado. Pilotos, preparadores, dirigentes. Todos.
Es que se venía la gran carrera del año, la que nadie quería perderse. Una carrera añorada por todos por más de una década, teniendo en cuenta que la última edición se había corrido en 1967. Y nadie se la perdió. La nomina de los inscriptos lo demuestra.
En los Fiat 600, hubo 24 anotados: Eduardo León, Rubén Pires, Juan Carlos Pires, Carlos Martínez, Norberto Pavlov, Carlos López, Juan Carlos Do Brito, Mario Ogas, Jesús Sendes, Carlos Costilla, Néstor Gonzalo, Luís Spagnoli, José Messitti, Ernesto Castro, José Alvarez, Raúl Ercoreca, Manzel Jones, Juan Vergel, Roberto Di Feo, Juan Sierra, Carlos Cuello, Jerry Levin, Martín Gallastegui y Jorge Rivera.

Don Carlos Ortiz, cuando se preparaba para 
correr la Doble Puerto Deseado de 1979 
(Foto: gentileza Carlos "Chango" Ortiz)
En Hot Rod, todos. Los que corrían siempre, los que tenían el auto parado y lo desempolvaron para esta carrera, los que habían armado vehículos nuevos. Todos. Cuarenta autos en la largada. Fantástico.
Mario Rodríguez, Tito Das Neves, Orlando Rojido, Vicente Giannotta, Emilio Moratinos, Armando Purzel, José Castro, Saturnino Castro, Jorge Petrinoli (El Griego), Jorge Malo, Mario González, Oscar Dabraccio, Evaristo Guzmán, “Los Conejos”, Enrique Lola, Ramonin Fernández, Carlos Saleme, Raúl Arguelles, José Andrade, Héctor Grandoso, Miguel Cortes, Luís Villar, José María Cienfuegos, Carlos Kaiser, Jorge Pereira, Fernando Rodiño, Juan Carlos Fita, José Rodiño, Alberto Balero, Enrique Pérez, Horacio Vega, Mauricio Sáez (El Yagua), Julio Alberto Leske, Juan Santana, Martín Quinteros, Roberto Regemburger, Alberto Lagoa y Juan Longinos.

Mingo Garcias y el Fiat de 1979 con el que corrió 
la Doble Puerto Deseado  
(Foto gentileza Rubén Barrientos)
No se podía pedir más. No había más.
En TN 2000, dieciocho autos. Muy buen número si se tiene en cuenta que la categoría tenía apenas cuatro meses de vida.
Con Peugeot 504, Enrique Stefen, Osvaldo Hilgemberger, Juan José Kank, Roberto Barattini, Carlos Delia, Juan De Ambrosio y Carlos Ortiz (p). Con Fiat 125, Mario Jones, Willy Soto, Eladio Valle, Carlos Mottino, Santos Muniaín, Freddy Fuhr, el auto de la Peña Ciudad de Sarmiento que nunca supe quien lo corría, Cristóbal López, Vicente Beramendi , Argentino González y Enrique Vargas..
Ochenta autos que en la mañana del 13 de abril se alinearon sobre la avenida Hipólito Yrigoyen para iniciar la carrera que en su primer tramo transitaría por Caleta Olivia, Cañadón Seco, Pico Truncado, Jaramillo y final en Puerto Deseado, tras recorrer 333 km.

Oscar Castro se apresta a largar la Doble Puerto 
Deseado de 1979 mientras el resto de los 
participantes va saliendo del parque cerrado
ubicado en el actual Liceo Militar  
(Foto gentileza categoría Hot Rod)
A las doce en punto todo se puso en marcha, largando un auto cada 30 segundos, con un intervalo de 20 minutos entre categorías. Primero los 800, después los 2000 y por ultimo el Hot Rod. Eduardo León, con el Fiat 600 que llevaba el número 51 fue el primero en arrancar desde el Liceo Militar General Roca.
A las 12h32m arranco el primero del TN 2000, el Peugeot 504 número 1 de Pipo Stefen y a la una de la tarde el 101, de Mario Rodríguez, abriendo la fila del Hot Rod.
Un abrir y cerrar de ojos y los primeros autos estaban en Caleta Olivia. Allí una neutralización de 30 minutos para cruzar la ciudad y luego velocidad libre, hacia Pico Truncado. Otra neutralización de media hora y después si, de un tirón a Puerto Deseado.
Alrededor de las dos y media de la tarde, la habitual tranquilidad de Puerto Deseado se vio alterada por el rugir de un motor que, exigido a fondo, llevaba casi en el aire al Peugeot 504 de “Corcho” Kank, el primero en llegar a la ría, puntero en el camino.
Los relojes decían que en la general el primero por tiempo era Moratinos, que había desandado el tramo en apenas 1h52m49s al fantástico promedio de 181,568 km/h. Segundo, a 5m33s aparecía Mario Rodríguez; tercero, a 6m44s, Armando Purzel y cuarto, en gran actuación, mezclando su auto entre los mas potentes, Juan José Kank, ganador del TN 2000 a 9m47s.
 
Autódromo General San Martín, año 1979. Adelante 
Eladio Valles y en su persecución, Mingo Garcias. 
(Foto gentileza Rubén Barrientos)
Por categorías, en la menor dominaba Raúl Ercoreca, con 2h30m24s a 136,196 km/h. Fantástico para un Fiat 600 en esos caminos. Segundo, Manzel Jones, a apenas 45s de distancia; tercero, Carlos Martínez, a 3m21s; cuarto, Carlos Costilla, a 8m58s; quinto, Ernesto Castro, a 23m01s; sexto, Carlos López, a 23m37s; séptimo, Mario Ogas, a 27m33s y octavo, Norberto Pavlov, a 43m58s
En el TN 2000, Kank aventajaba por 2m40s a Mario Jones, corriendo a 167,079 km/h. Tercero, Santos Muniain, a 5m24s; cuarto, Carlos Ortiz, a 6m22s; quinto, Carlos Delia a 10m19s; sexto, Eladio Valle, a 15m35s; séptimo, Osvaldo Hilgemberger, a 19m49s y octavo Argentino González, a 1h03m04s
Moratinos era dueño del Hot Rod, seguido por Rodríguez, Purzel, Miguel Cortes, a 16m25s; Carlos Saleme a 19m19s; Tito Das Neves, a 21m16s; Oscar Castro, a 24m59s y Evaristo Guzmán, a 26m12s.
 
Año 1979. Hot Rod en el autódromo. Jorge "Loco" 
Malo adelante de Mario "Chicato" Rodriguez  
(Foto gentileza categoría Hot Rod)
Un día de descanso en Puerto Deseado y el 15 de abril el retorno a Comodoro Rivadavia. Algo más de 300 kilómetros para quemar las naves en busca de la victoria. O para cuidar la posición lograda, según el caso.
Raúl Ercoreca, ganador del primer tramo entre los Fiat 600, sufría con un auto con problemas y aunque pudo llegar al final resignó la punta en manos de Manzel Jones.
En TN 2000, los problemas los padecieron Mario Jones, que perdió mucho tiempo y Santos Muniain que perdió algunas posiciones
En Hot Rod, Miguel Cortes y Carlos Saleme quedaban a un costado del camino y cedían su lugar a otros.
La llegada, frente a la seccional tercera, fue sencillamente espectacular. Miles de personas esperaban la llegada de los autos que más que correr volaban bajito por la ruta 3. Y como no podía ser de otra manera, el 105 fue el primer auto en llegar.

Doble Puerto Deseado de 1979. Emilio Moratinos 
en plena ruta rumbo al sur. 
Al final de la carrera sería el ganador.
(Foto gentileza Emilio Moratinos)
Ganador a su manera, sin especulaciones, siempre a fondo, siempre temperamental, siempre triunfador, Emilio Moratinos se dio el gusto de entrar primero a Comodoro Rivadavia tras superar a “Corcho” Kank muy cerca de Rada Tilly.
La cuarta edición de la Doble Puerto Deseado fue para Emilio, que tardó 4h02m22s para ir y volver, corriendo a más de 175 km/h. A 19m11s, terminó como escolta Mario Rodríguez y tercero, en soberbia actuación fue Kank, con el Peugeot 504, a 30m26s.
En la categoría TN 800, Manzel Jones aprovechó el retraso de Ercoreca y se quedó con la carrera, en 5h42m17s, aventajando al comodorense Carlos Martínez, por 7m17s. Luego, Ercoreca, a 10m23s; Costilla, a 26m28s; Carlos López, a 1h14m40s; Mario Ogas, Ernesto Castro, José Alvarez, Jesús Sendes, Néstor Gonzalo y Juan Carlos Do Brito.
En TN 2000, lo de Kank fue cómodo: 14m29s de ventaja sobre Carlos Ortiz, que hizo un gran negocio y terminó como escolta. Tercero fue Carlos Delia, a 17m37s; cuarto, Santos Muniain, a 21m39s y luego Osvaldo Hilgemberger, Eladio Valle, Mario Jones y “Petete” González.
En Hot Rod, Moratinos demolió a todos. Le sacó 19m11s a Mario Rodríguez, 33m33s a Armando Purzel; 42m57s a Oscar Castro y 43m04s a Tito Das Neves. Mas atrás se ubicaron, sexto Evaristo Guzmán, séptimo Juan Longinos, octavo Reynaldo Andrade, noveno “Los Conejos”, décimo Héctor Grandoso, decimoprimero Jorge Pereira y decimosegundo José Cienfuegos.
 
La cupé Fiat de Eladio Valles rodando 
en el autódromoGeneral San Martín, en 1979
(Foto gentileza Ruben Barrientos)
¡Como son de incomprensibles las cosas muchas veces!. Un mes después de esta carrera, el Hot Rod, que había tenido cuarenta participantes, no pudo correr en el autódromo General San Martín por falta de inscriptos. Algo no funcionaba bien en la categoría.
Consecuencia, el 13 de mayo, solo los 800 y el TN 2000 protagonizaron el Gran Premio Día de la Patria, en el autódromo de Comodoro Rivadavia
En TN 800, después de tres series por suma de tiempos, el Zorro Martínez volvió a la victoria, ganándole por muy poco a Eduardo León y por bastante más a Manzel Jones.
Algunos nuevos nombres comenzaban a sonar en la categoría. Juan Abdala, que fue cuarto; Raúl Invernon y un muchacho al que le decían el conejo y poco tiempo después daría que hablar en el automovilismo regional: Enrique Ebene, de Puerto Madryn.
Los autos de 2000 cc también corrieron tres series por suma de tiempos, pero aquí la cosa fue mucho mas peleada, con mucho sobrepaso, con mucha chapa abollada, con muchos excesos, con bastante irresponsabilidad.
La cosa empezó a levantar temperatura ya en pruebas de clasificación cuando el riogalleguense Freddy Fuhr, al comando de su cupé Fiat 125 amarilla clavo el mejor tiempo, con 1m42s07/10, a algo mas de 131 km/h. A muchos no les gusto que un forastero viniera a mojarles la oreja en su propia casa.
Emilio Moratinos termina ganador, frente 
a la Seccional 3º  la Doble Puerto Deseado de 1979
Por aquellos años el "Patagónico Volador" 
era casi invencible.
(Fotografía: gentileza Emilio Moratinos)
No obstante la primera serie fue tranquila y Fuhr ratifico lo hecho en clasificación al terminar delante de todos, postergando a Corcho Kank, Mario Jones, Osvaldo Hilgemberger y Cristóbal López.
La segunda serie no fue lo mismo. De arranque nomás, en la primera vuelta, Cacho Bustos, que debutaba en la categoría, se fue afuera en la viborita, el auto se trabo y terminó en vuelco. Ileso, pero fuera de carrera
Adelante, mientras tanto, Jones, Kank e Hilgemberger, en su desesperación por no perder terreno con Fuhr, se enfrascaron en una lucha endemoniada y poco limpia. Autazo va, autazo viene. Que te cierro, que te empujo, que te freno antes, que te que te pego para sacarte. Nada más alejado de una buena conducta deportiva.
Lo cierto es que lejos de lograr su objetivo facilitaron la tarea de Freddy Fuhr en la punta y se ganaron una severa reprimenda del Comisario Deportivo, Julio Chaparro que los dejó en capilla para la serie final.
En la sexta vuelta de la segunda serie, un susto grande. Cuando ingresaba a la recta principal, Cristóbal López perdió una rueda de su auto y fuera de control fue a dar violentamente contra el guard rail, que por entonces estaba pegado a la pista, protegiendo la boca del túnel que estaba ahí nomás. Afortunadamente, el episodio no paso a mayores.
La tercera serie fue otro monólogo de Fuhr que tuvo menos rivales a partir del momento en que Hilgemberger, que marchaba segundo, perdió una rueda y debió abandonar.
El de Río Gallegos fue el ganador de la suma de tiempos, con 42m20s24/100 a 138,025 km/h. Segundo, a mas de medio minuto, Mario Jones; tercero, colocando el mejor Peugeot, Corcho Kank y luego Willy Soto, Santos Muniain, Eladio Valle, Osvaldo Hilgemberger, Argentino González, Quique Vargas y Cristóbal López.
La temporada continuo con normalidad a partir del mes de agosto, luego del receso invernal, con una carrera por mes.
El 12 de agosto ganaron Eduardo León, en TN 800; Emilio Moratinos en Hot Rod y Freddy Fuhr, otra vez, en TN 2000.
El 9 de septiembre Carlos Costilla, ahora en la categoría mayor, llevó a la victoria su Peugeot 504, prevaleciendo sobre Moratinos, con otro Peugeot y el Fiat 125 de Mario Jones. El Zorro Martínez ganó en 800, sobre Eduardo León y Pedro Arranz.
El 10 de octubre, gano otra vez Freddy Fuhr en TN 2000, esta vez muy apretado por Carlos Costilla. En Hot Rod, dos carreras. Una para no ganadores que fue para Orlando Rojido y otra libre que, por supuesto, ganó Moratinos.
En el mes de noviembre el Hot Rod no pudo festejar su aniversario en pista porque una vez mas fracasó el intento del Club Los Andes por realizar una carrera. Faltaron inscriptos. Y aunque el club había reacondicionado totalmente el circuito, los pilotos volvieron a darle la espalda a la institución. Parecía una historia de nunca acabar.
La temporada de aquel año se cerro con una carrera espectacular: las “17 horas de los Campeones, Gran Premio Día del Petróleo”.
Tres categorías corriendo carreras de larga duración, de día y de noche. Distinto. Maravilloso.
El TN 800 dos carreras de dos horas, el TN 2000, tres de dos horas y el Hot Rod, dos de una hora, arrancando la programación el sábado a las nueve de la noche para terminar el domingo al mediodía. Una presentación por demás atractiva que tenía un ingrediente extra: los campeonatos de las tres categorías se definirían allí.
Recuerde que era diciembre. A las nueve, cuando los autos del TN 2000 salieron a correr sus primeras dos horas, todavía había luz, pero gradualmente llegaría la oscuridad.
A las 11 de la noche, Carlos Cesarini tenía la punta de la carrera, seguido por Carlos Costilla, Freddy Fuhr, que corría pensando en el campeonato, Carlos Mottino y Mario Vernetti, sumándose a la categoría.
A las once y media, arranco el TN 800 que terminó la primera parte de su carrera a la una y media de la mañana con Eduardo León adelante, aventajando a Carlos Martínez, Agrelo, Di Feo y Manzel Jones.
Al Hot Rod le toco correr la primera serie a las dos de la mañana. Moratinos adelante y luego Rojido, Jorge Kutuk, Héctor Grandoso y Cristiani.
Sin parar, en un esfuerzo organizativo monumental, a las tres y media, la segunda del TN 2000. Esta vez, Fuhr delante de Costilla, Mottino, Vernetti y Willy Soto, cuando el día ya había retornado.
Las definiciones fueron a plena luz del día. De seis a ocho de la mañana, el 800, con el Zorro Martínez ganándole a todos pero sin que le alcance para arrebatarle la victoria a León, que se quedo con la suma de tiempos, tras 128 vueltas al circuito, recorridas en 4h04m02s.
Segundo fue Carlos Martínez, en la misma vuelta que el ganador; tercero a cinco vueltas, José Agrelo; cuarto, a 12, Titin Di Feo y quinto, a 20, Manzel Jones. León se quedo con la carrera y el campeonato, cerrando un gran año.
A las 8 y media salio a definir el Hot Rod. Con la ventaja acumulada en la primera hora, Moratinos corrió tranquilo, solo esperando el final para ganar la carrera y el campeonato.
Y así fue, nomás. Orlando Rojido gano la serie, pero Moratinos la suma de tiempos, aventajando por una vuelta al de Caleta Olivia. Tercero fue Jorge Kutuk, cuarto Fernando Rodiño y quinto, Héctor Grandoso.
Moratinos festejo la carrera y el campeonato y luego, sorpresivamente, o tal vez no tanto, anuncio su alejamiento de la categoría.
A las diez de la mañana, el TN 2000 salio a correr su ultimas dos horas, para completar seis. Carlos Costilla se escapo en la punta y no tuvo inconvenientes para ganar la serie y la suma de tiempos. Pero no le alcanzo para el campeonato que se fue hacia Río Gallegos en manos de Freddy Fuhr, segundo en la general. Tercero, Willy Soto; cuarto, Carlos Cesarini y quinto, Enrique Stefen.
El automovilismo terminaba el año 1979 con saldo a favor. Tuvo actividad continuada y carreras importantes, como preparándose para el año siguiente que produciría cambios institucionales trascendentes que modificarían para siempre el rumbo del automovilismo regional.

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