lunes, 24 de enero de 2011

A CORRER A OTRO LADO

A mediados de 1969 el circuito de Comodoro Rivadavia se cerró a toda actividad para permitir la construcción del nuevo autódromo, lo cual desplazó las carreras hacia otras latitudes.
El 8 de junio, los 850cc, los Ford T y las camionetas, corrieron en Trelew. Cesar Algarra, que ya parecía imbatible, ganó entre los mas chicos, dejando atrás a Severino Cuesta, “El Zorrino”, Héctor Ebene y Carlos Ruiz.
En Ford T, el veteranísimo Eliseo Diez se impuso sobre Oscar Ebene y en la categoría camionetas, que cerró el espectáculo, Mario Velazco, corriendo a 92,588 km/h, vio facilitado su triunfo por el abandono de Vicente Giannotta y venció a Jorge Fara y Julio Cesar Bona.
El 27 de julio la cita fue en Gaiman, aunque con otras categorías: 850cc, Compactos Nacionales y Turismo de Carretera.
Carlos Ruiz ganó con el Fiat 600, seguido por Eduardo James, “El Zorrino”, “El Vasquito” y Ricardo Vicente.
Entre los Compactos, la victoria fue para el Beto Rodríguez, ahora con un Torino, a 112,213 km/h, ganándole por 9s al otro Torino, conducido por “Firulete”.
Por esos días, aparecía en la región una categoría que haría furor: el Turismo de Carretera. Con varios autos venidos del TC nacional, muchos autóctonos pero poderosos y la muy seguida participación de pilotos de renombre en el país, la división pronto se ganó el favor del público.
Aquella tarde en Gaiman, el trelewense Mario Velazco, conduciendo un Panizza Tornado ganó tras 1h13m07s de carrera y 45 vueltas al circuito, promediando 119,998 km/h. Segundo fue Benito Calvo, con Torino, a 2m17s; tercero a 3m09s se ubicó José María Aristizabal, con la Liebre 1 ½, cuarto a 2 vueltas fue “Firulete” con Torino, quinto el Falcon F 100 de Domingo López Oribe, a 6 vueltas; sexto fue Willy Kank, con el Chevrolet 39 motor Tornado y séptimo, Mario Piedrabuena dando muchas ventajas con su Peugeot 404, a 22 vueltas.
Llegado octubre, una vez más, un puñado de patagónicos llenos de ilusiones se fue a correr el Gran Premio Nacional de Turismo. De Comodoro Rivadavia, con un Fiat 1100 y el número 73, Raúl Blanco; con el 133 Carlos Fernández y con el 141 Selin Kesen, ambos con Peugeot 404 y con el 210 Willy Kank y el 222 Santos Muniain, los dos con Torino.
De San Julián, con el 181, Severino Cuesta, con una coupé Fiat 1500 y de Río Gallegos, José Maria Aristizabal y Vicente Edreira, con Torino.
El Gran Premio se largó a las cero horas del día 21 de octubre desde Bahía Blanca, con destino a Rawson, cuando se puso en marcha el Torino número 201, conducido por Alberto Rodríguez Larreta (“Larry”).
La primera etapa, que se cobró la vida de Eduardo Boyadjian a solo 50 kilómetros de la largada, dejó fuera de carrera a Willy Kank, a la altura de Carmen de Patagones y vio volcar espectacularmente en Arroyo Verde a Santos Muniain. José María Aristizabal ni siquiera pudo iniciar la carrera.
El final, en Rawson, sorprendió en punta a Luís Rubén Di Palma (mucho tiempo después sería Rubén Luís) con el Torino, a su vez ganador de la categoría “C”. En la intermedia, el puntero era Paco Mayorga, con Peugeot 404, mientras Kesen se ubicaba 12°, Carlos Fernández 23° y Severino Cuesta 27°. En la clase menor, el dueño de la carrera era Rubén Alonso, con el Renault 1093 y Raúl Blanco se ubicaba 46°.
El segundo tramo, que unió Rawson con Río Gallegos, tuvo una neutralización de 30 minutos en Comodoro Rivadavia. Los autos arribaron a kilómetro 9 y luego reiniciaron la marcha desde la zona del Barrio Industrial.
A las 8h20m del 22 de octubre, el rugiente Torino del cordobés Héctor Luís Gradassi, fue el primero en arribar a la Capital Nacional del Petróleo y tras él, ovacionado por la gente que siempre lo idolatró, el “Loco” Luís. Media hora después, todos se fueron rumbo al sur, pero con la promesa de volver seis días después para finalizar la cuarta etapa.
Al final del tramo, en Gallegos, Gradassi se había hecho de la punta de la carrera, desplazando a Di Palma; Mayorga mantenía la punta de la clase “B”, en la que se observaba la caída de Kesen al 21° lugar y el ascenso de Fernández al 20° y en la mas chiquita, mientras Alonso se escapaba en punta, Blanco trepaba hasta el 34° puesto.
La tercera etapa, corrida el día 26 de octubre fue un ida y vuelta de Río Gallegos a Punta Arenas que permitió a “Pirin” Gradassi mantenerse al frente aunque con Di palma mucho mas cerca. En la clase menor, Raúl Blanco se despedía de la carrera en algún lugar del camino, al tiempo que Angel Monguzzi, con Renault 1093 le arrebataba el primer lugar a Alonso. En la “B”, Mayorga se mantenía firme, Carlos Fernández ganaba una posición y llegaba al 19° lugar, Selin Kesen seguía perdiendo colocaciones y estaba 23° y Severino Cuesta Aparecía en 33° posición. El cuarto tramo terminó en Comodoro Rivadavia, el 28 de octubre. En el camino desde Gallegos, habían quedado las aspiraciones de Selin Kesen, con el cubre volante roto y de Severino Cuesta.
Eran las 14h55m34s cuando el primer auto recibió la bandera a cuadros en la recta de la ruta 3, frente al autódromo. Era el Torino de Cesar Horacio Malnatti, primero en el camino y 6m18s después entró “Larry”. Después de ellos, Carlos Ruesch, Héctor Luís Gradassi, Norberto Castañon, Eduardo Casá y el “Nene” García Veiga. A las 17h57m54s, llegó el Peugeot de Carlos Fernández.
Muy cerca de Comodoro Rivadavia, por Punta Peligro, había quedado el Torino de Di Palma, hasta entonces puntero en el camino. Dicen que algún comodorense, tan fanático como inconciente, se metió con su camioneta particular a la ruta y lo empujó hasta la ciudad, mientras el resto de los autos seguía en carrera. Dicen, jamás pude comprobarlo fehacientemente.
La realidad es que con cuatro etapas cumplidas, “Larry” se apoderaba del liderazgo ante el abandono de Di Palma; Carlos Fernández escalaba al 12° lugar en la clase “B”, donde ahora mandaba Norberto Castañon y el Negro Monguzzi se escapaba en la menor. Silenciosamente, un Torino empezaba a aparecer muy bien ubicado en la clasificación de la categoría mayor: el del riogalleguense Vicente Edreira.
El quinto esfuerzo fue el 30 de octubre, desde Comodoro Rivadavia hasta Bariloche. Por allí, Rodríguez Larreta ya se perfilaba para ganar el Gran Premio, acumulando muy buena ventaja sobre sus perseguidores, mientras Edreira ya aparecía quinto en la general de la categoría mayor en excelente trabajo.
Otra actuación muy buena era la de Carlos Fernández, que lograba meterse 10° en la categoría que lideraba Castañon y en la menor, ya no estaba Monguzzi y la punta la heredaba el binomio cordobés integrado por José Cano y Héctor Acosta.
El 31 de octubre el Gran Premio fue a Neuquén. “Larry” se escapaba y Edreira mantenía el quinto lugar, al tiempo que Carlos Fernández subía al octavo puesto a 4h09m de Castañon.
El 2 de noviembre la carrera finalizó en Santa Rosa, La Pampa. Nadie pudo con el Torino de “Larry” que se quedó con el triunfo en 40h38m17s. A 23m29s del ganador, terminó segundo Cesar Malnatti y a 26m42s, tercero, Carlos Ruesch. Vicente Edreira, finalmente, ocupó el quinto lugar, a 5h06m50s del puntero.
En la categoría intermedia, Norberto Castañon llevó el Peugeot 404 al triunfo en 42h19m59s, aventajando por 9m46s al Fiat 1500 de García Veiga, por 2h23m57s al “Tuqui” Casá, por 3h00m36s a Carlos Marincovich, por 4h13m53s al rosarino Ricardo Bonnano, todos del equipo oficial Peugeot y por 4h20m20s al notable comodorense Carlos Fernández, que ubicó el mejor auto particular de la categoría en el sexto lugar final.

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