lunes, 24 de enero de 2011

CORRIENDO PESE A TODO

El vacío automovilístico que producía la situación general en 1960 fue cubierto por otras alternativas que hicieron pie en el gusto de la gente y durante buen tiempo acapararon la atención: los Midget, primero y los novedosos Karting, después.
El 16 de octubre de 1960, el Auto Moto Club organizó el “Gran Premio 12 de Octubre” en el autódromo General San Martín, que apenas pudo convocar nueve autos de la categoría Standard 4200cc.
“Pepe Ruso” y David Kresteff se vinieron desde Trelew para competir con los comodorenses Avelino González, Ricardo Lorenz, Enrique Tonin, Saverio Marini, Julio Soto, Oscar Flores, el debutante Héctor Costilla y el caletense Norino Ardura.
Tras dos series, ganadas por “Pepe Ruso” y Avelino González, en la final, corrida sobre 25 giros, la victoria fue para el temible José Vázquez (“Pepe Ruso”) a algo mas de 84 km/h de promedio, seguido a 17 segundos por Saverio Marini, a 18 segundos por Oscar Flores y a 57 segundos por Norino Ardura.
Fuera de carrera, por distintos motivos, quedaron Enrique Tonin, Costilla, Soto y Avelino González.
Apenas iniciado el año 1961, el 8 de enero, se corrió en el autódromo General San Martín una competencia a beneficio de ALPI, con la participación de autos Standard, divididos en dos categorías: modelos anteriores a 1953 y otra para autos fabricados con posterioridad a esa fecha.
En ambas categorías la victoria fue para Héctor Costilla, escoltado por Mario Ruby, Alberto Iabone y Enrique Tonin, en la primera y por Selin Kesen, Avelino González y Mario Ruby en la segunda.
El 5 de febrero se corrió el “Gran Premio Aniversario”, esta vez con la participación de fuertes pilotos del valle, como “Pepe Ruso”, David Kresteff y Benito Calvo, de Trelew y Alberto Thomas, de Gaiman. Junto a ellos, los comodorenses Guillermo “Willy” Kank, Héctor Costilla, Julio Soto y Avelino González.

Una imágen para la nostalgia: la vieja sede del Auto Moto Club
Comodoro Rivadavia, en la calle Belgrano. ¡Cuantas páginas de la
historia del automovilismo local se habrán escrito allí, antes que a
la vieja construcción se la llevara el progreso!
(Fotografía:  Foto San Martín)
La carrera ofreció mucho menos de lo que prometía, porque el dominio de Willy Kank fue abrumador y no dejó lugar a las emociones.
Pero esta prueba no terminaría con la bandera a cuadros, ya que ni bien finalizada, David Kresteff y Benito Calvo denunciaron que los autos de Kank, Costilla y Soto no se ajustaban al reglamento de la competencia.
Revisados los vehículos por la Comisión Técnica, se comprobó que, efectivamente, los tres estaban fuera de reglamento, por lo que Willy Kank (1°), Julio Soto (2°) y Héctor Costilla (4°), fueron excluidos, dejando la victoria para Kresteff y el segundo lugar para Calvo.
El 1° de mayo, el Ford T Semipreparados, que no estaba muy activo en la zona, corrió en Camarones, bajo la organización del Club Espora. Fue victoria para el casi imbatible Américo Blanco Brid, seguido por Manuel Navarro, de Jaramillo y el seudónimo “Hacha Brava”, de Trelew.

Osvaldo Flores, en 1960, cuando daba sus primeros pasos en el automovilismo
manejando este pequeño "Escarabajo" en el pequeño circuito del barrio Industrial.
(Fotografía:  Foto San Martín)
Pero hubo un hecho que marcó el año 61. Fue el 25 de mayo, cuando la categoría Midget, impulsada por un grupo de entusiastas, se presentó por primera vez en Comodoro Rivadavia. Aquel día, el estadio de YPF sirvió de escenario para que las pequeñas máquinas desarrollaran su fantástico espectáculo que rápidamente cautivó al público. Aquello de correr en un pequeño ovalo, con los autos casi permanentemente de costado, entusiasmó a la gente, que de allí en mas le dio su apoyo a la nueva categoría.
Doce pilotos fueron de la partida en la carrera inaugural del Midget, que vio largar a Julio Cesar Arizmendi, Juan Evaristo Guzmán, Nazareno Matélica, Juan Landolfi, Rogelio González, José Maturano, Marcelino Fernández, Héctor Costilla, Alberto Iglesias, Avelino González, Republicano Faisca y Osvaldo Flores.
Héctor Costilla, que luego se convertiría en amplio dominador de la categoría, entro a la historia ese día como el primer ganador que tuvo el Midget en Comodoro Rivadavia.

Américo Blanco Brid montado sobre su Ford T dentro de su taller.
Hasta bien entrados los años 60 fue dominador casi absoluto de la categoría.
(Fotografía:  Rudy Hoffer)
Mientras tanto, otra especialidad automovilística se estaba gestando en la ciudad. El Karting, creado hacia fines de los años 50 en Estados Unidos y que ya había cobrado cierta notoriedad en la Argentina, comenzaba a organizarse en Comodoro Rivadavia a partir de la inquietud de un grupo de jóvenes, algunos sin experiencia en las competencias y otros provenientes del motociclismo.
Así fue como el 30 de agosto se fundó el Moto Karting Club Comodoro Rivadavia, presidido por el inquieto Jorge Ginocchio, a quien acompañaban en la Comisión Directiva, Nestor Achimon, Jorge Di Giano, José Pizzino, Guillermo González, Aldo Pizzino, Hugo Cárdenas, Aldo Pagano, Felix Diantina, Agustín Rodríguez, Alberto Edurado y Ricardo Diantina.
La intención de estos hombres era promover la actividad en la ciudad, a través de la organización de carreras, cosa que en principio no fue fácil pero obtuvo su recompensa con el correr del tiempo.

Otra de don Américo Blanco Brid, esta vez en ese casi santuario que era su taller
observando una de sus fantásticas criaturas: un motor.  Un maestro incomparable.
(Fotografía:  Foto San Martin)
Un mes y medio después, sobre fines de septiembre, Raúl Alonso, un experimentado dirigente del Auto Moto Club, llegó a la presidencia de la institución con la intención de dar un nuevo empuje al que, ya por entonces, se había convertido en el club madre de la actividad automovilística.
El 19 de noviembre se corrió la “Doble Sarmiento”, pero esta vez en regularidad, una especialidad que al amparo del AMC seguía creciendo y convocando a la gente.
Avelino González resultó ganador, seguido por Horacio Urdin, Carlos Rollan, Raúl Andrés Vilariño, Luís Lambretch, Antonio Gea, Hisman Hayes, Justo Cardozo, José Llaneza y León Estrada.
Para despedir el año, el Auto Moto Club organizó una nueva presentación de los Midget, en el estadio de YPF, esta vez divididos en dos categorías: Nacionales e Importados.
Entre los nacionales la victoria fue para Republicano Faisca, mientras en importados, Evaristo Guzmán se quedó con el escalón mas alto del podio.
El 12 de diciembre de 1961, tras doce largos años de ausencia por estas tierras, el Gran Premio Argentino de Turismo de Carretera volvió a la Patagonia y culminó su cuarta etapa en Comodoro Rivadavia.
Todo un acontecimiento para la ciudad que, como todas, se conmovía con la llegada de los ídolos del camino y alteraba su ritmo normal para unirse a la fiesta que significaba la llegada de aquella carrera.
A las cuatro y cuarto de aquel 12 de diciembre, el rugiente Ford del mítico Oscar Alfredo Gálvez, hacía su entrada en la ciudad, ganador de la etapa y puntero en la general. Veinte segundos después, arribaba el Ford azul de su hermano Juan y al cabo de más de media hora, Crispulo Villanueva. Luego, uno a uno fueron llegando Daniel Musso, Carmelo Galbato, Manuel Mantinian, Rolando Córdoba, Tadeo Taddia, Dante Emiliozzi, Raimundo Caparros y Juan Sconochini, para dirigirse presurosos a la cancha de Tiro, en Km 3, que ofició de Parque Cerrado.

Dos imágenes de un momento histórico único: el incomparable Juan Galvez
trabajando sobre su auto en el taller de la Ford, en Comodoro Rivadavia, al
término de la primera etapa del Gran Premio de Turismo de Carretera de 1961.
(Fotografía:  Fotógrafo desconocido)


Fueron 48 horas vividas intensamente por la gente de Comodoro Rivadavia, que disfrutó el descanso de los pilotos y apreció el trabajo incansable de aquellos hombres en los talleres, para recuperar los castigados autos.
El día 14, a las 8 de la mañana, el Gran Premio se fue hacia Viedma. Cuando el sonido del motor del último auto en largar se perdió en la distancia, por la ruta 3, la ciudad retomó su ritmo habitual, aunque por muchos días, el paso del Gran Premio fue el tema obligado de conversación de los amantes de los fierros.

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