lunes, 24 de enero de 2011

LA VUELTA A LA PROVINCIA

Los maravillosos y contradictorios años 60, se ponían en marcha. Mientras el país vivía una dura realidad económica que obligaba al presidente Frondizzi a caminar el mundo en busca de mercados para nuestros productos, constantes amenazas de golpes militares alteraban la paz interna y complicaban la situación política.
Los jóvenes asumían un rol protagónico dentro de la sociedad y buscaban cambiar el mundo a través del rock and roll y el “flower power”. Nacían los “hippies” y su consigna “amor y paz” se estrellaba contra la dureza de un sistema que se resistía al cambio y muchas veces conservaba los valores a través de la violencia.
Paradójicamente, Comodoro Rivadavia y la región, vivían otra realidad. Los contratos petroleros con empresas extranjeras provocaban un vuelco total e inesperado en la producción y un notable impulso para la ciudad, que disfrutaba del circulante, cobijaba a los “gringos” que llegaban y se asombraba con la construcción de los primeros rascacielos.
Comodoro era la Meca de los grandes negocios y la aventura, atrayendo a gentes de todas partes, que llegaban para “hacer la diferencia” y luego marcharse. Nadie pensaba en quedarse, nadie deshacía las maletas.
En ese marco, con la organización conjunta del Club Independiente de Trelew, el Auto Moto Club Comodoro Rivadavia y la Asociación de Volantes de Esquel, se llevó a cabo, entre el 21 y el 25 de mayo de 1960, la Vuelta a la Provincia del Chubut, para autos standard hasta 4200cc de cilindrada.
Carrera casi fantástica. Desafío grande para hombres y máquinas que debían recorrer 1897 durísimos kilómetros de ripio, para unir en triángulo, los tres polos de la provincia: el valle del río Chubut, el sur petrolero y la majestuosa cordillera.
Tres etapas. Tres esfuerzos inmensos, que sin embargo no podían asustar a aquellos hombres de firmes voluntades.
El 21 de mayo el primer tramo, que partiendo de Rawson, transitaba por Puerto Madryn, Trelew, Gaiman, Florentino Ameghino, Uzcudun y Garayalde, para finalizar en Comodoro Rivadavia, tras 505 kilómetros de marcha.
El 22 descanso y un día después la vuelta al camino, para encarar la etapa mas dura. Saliendo desde el barrio Castelli, de Comodoro Rivadavia, por Escalante, hacia Sarmiento, Facundo, Río Mayo, Río Senguerr, Aldea Apeleg, Gobernador Costa, Tecka y final en Esquel. 729 kilómetros de esfuerzo puro.
Otra vez el descanso, para que los cuerpos recuperen fuerzas, para que los fierros reciban atención.
Y el día de la Patria, el 25 de mayo, el tramo final. Desde Esquel a Colanconhue, La Herrería, El Sombrero, Las Plumas, Las Chapas, Dolavon, Gaiman y Trelew. 663 kilómetros finales.
Con las primeras luces del día 21 de mayo, veintidós pilotos se pusieron en marcha desde Rawson. El primero en lanzarse al camino, rumbo a Puerto Madryn, fue el trelewense Mariano Merayo y a continuación, a intervalos de un minuto, “Pepe Ruso”, Asíscolo Ventura, Andrés Sancha, Miguel Casado, David Kresteff, Manuel Bernardez, Benito Calvo, Enrique Carlin, Andrés Elgorriaga, Nicolás Relly, Luís Civitarreale, Aldo Milanovich, Enrique Tonin, Pedro Arranz, Bartolomé Tellarini, Pedro Piedrabuena, Alfredo Ercoreca, Mario Ruby, Osvaldo Flores, Selin Kesen y Alberto Thomas. Con la frustración de no poder iniciar la carrera quedaron Pablo Mollari, por problemas mecánicos y Carlos Mottino, cuyo Packard fue objetado por “Pepe Ruso” por exceder los 4200cc de cilindrada.
Por Puerto Madryn, Mariano Merayo encabezaba la carrera, seguido por “Pepe Ruso” y Asíscolo Ventura.
En Trelew, “Pepe Ruso” adelante, acosado ahora por Andrés Sancha y mas atrás Merayo, Ventura y Carlin, mientras Mario Ruby, en el octavo lugar, se ubicaba como el mejor comodorense.
Por Uzcudun, la sorpresa. Viniéndose desde muy atrás, era puntero Enrique Carlin, superando a “Pepe Ruso”, Sancha, Ventura, Merayo y al sorprendente Luís Civitarreale que comenzaba a acelerar y a ganar puestos en la clasificación.
Poco le duró a Carlin la alegría. Antes de llegar a Garayalde, un espectacular vuelco lo retrasó muchísimo, aunque no lo dejó fuera de carrera. En el espíritu de aquellos hombres no cabía la posibilidad de rendirse fácilmente, así que tras poner el auto otra vez sobre sus cuatro ruedas y acondicionarlo como se podía en la ruta, otra vez al camino. Ultimo, lejos, pero sin claudicar.
A esta altura de la carrera ya no estaban los comodorenses Manuel Bernardez, Osvaldo Flores y Nicolás Relly. Los fierros los traicionaron y quedaron a la vera del camino.
Y el final en Comodoro Rivadavia. Con Asíscolo Ventura recuperándose de un mal comienzo, como ganador, a algo mas de 123 km/h de promedio, aventajando por tan solo 37 segundos al representante de Puerto Madryn, Andrés Sancha y por 1m16s a “Pepe Ruso”. Mas atrás, Merayo, Kresteff, Elgorriaga, el comodorense Civitarreale, Piedrabuena, el “Nene” Thomas, Tonin, Calvo, Ruby, Kesen, Arranz, Milanovich, Tellarini, Casado, Ercoreca y el sacrificado Carlin cerrando el lote de 19 autos que arribaron a la Capital del Petróleo.
El día 22, descanso en Comodoro. Descanso de camino, no de trabajo, que fue intenso para recuperar los autos y para prepararse para la etapa mas dura de la carrera, la que se corrió el día 23, entre Comodoro Rivadavia y Esquel.
A las ocho de la mañana, desde el barrio Castelli, Asíscolo Ventura inició la marcha. Rumbo a Esquel, rumbo a la dureza de un camino bravo, rumbo a más de siete horas de esfuerzo.
A poco de iniciarse la etapa, a la altura de Pampa del Castillo, Benito Calvo, que venía intentando recuperar el tiempo perdido en la etapa anterior, sufrió un vuelco y el auto tomó fuego. Afortunadamente, Calvo y su acompañante salieron a tiempo y resultaron ilesos, aunque la carrera se acabó para ellos.
Por Sarmiento, el veloz comodorense Luís Civitarreale punteaba en la etapa, seguido por “Pepe Ruso”, Sancha, Piedrabuena y Kesen. El ganador del primer tramo, Asíscolo ventura, había equivocado la ruta y corría retrasado.
Por Facundo, Piedrabuena doblegó a Civitarreale y le arrebató el primer lugar, pero el comodorense no se dio por vencido y recuperó el puesto de privilegio a la altura de Río Senguerr, cosa que no podría sostener por mucho más tiempo, porque comenzaron a aparecer algunas fallas en su auto y fue perdiendo terreno.
En Gobernador Costa, el dueño de la punta era Andrés Sancha, tratando de escaparse. Detrás, “Pepe Ruso”, Civitarreale, Ventura y Selin Kesen que comenzaba a irse para arriba.
Cuando la carrera transitaba cerca de Tecka, David Kresteff y Pedro Piedrabuena, que venían disputando intensamente la posición en el camino, sufrieron un toque y ambos volcaron. Kresteff ileso, aunque sin posibilidades de continuar. Piedrabuena con heridas y golpes, tendido a la orilla del camino.
A ese lugar llegó Ventura, que venía retrasado en el camino tras equivocar la ruta y no dudó un instante. Detuvo la marcha, olvidó que venía disputando una carrera, que así eran aquellos hombres, y cargó a Piedrabuena hasta el hospital de Tecka, para luego continuar en carrera.
En el final, en Esquel, tras 7h08m52s de marcha, la victoria de la etapa correspondió a Sancha, a 101,988 km/h de promedio.
A 3m11s del portuario quedó “Pepe Ruso” y tercero, aunque a mas de 18m, Selin Kesen.
¿Y Civitarreale? Quinto a 20m del ganador, luego de padecer una detención pasando Tecka, por problemas en el motor. Antes que el, en el cuarto lugar, el notable Ventura, recuperando terreno.
¿Cómo estaba la carrera hasta Esquel? Con 1.334 kilómetros de marcha, Andrés Sancha era el líder en la general, con 11h10m43s, aventajando por 4m12s a “Pepe Ruso”, por 18m a Asíscolo Ventura y por 32m26s a Civitarreale. Mas atrás, Tonin, Elgorriaga, Kesen, Arranz, Thomas, Tellarini y el incansable Carlin.
Once autos quedaban en carrera. Once ilusiones que se pondrían en marcha en la mañana del 25 de mayo rumbo a Trelew. Cada uno con su expectativa. Algunos soñando ganar, otros, apenas con dar la vuelta, que no era poco.
Y entre esos sueños del 24 de mayo, seguramente, estaban los de Luís Civitarreale, que tenía un buen auto pero sabía que estaba lejos. De todos modos, 32 minutos pueden parecer muchos, pero en aquellas carreras nunca estaba dicha la última palabra. Tal vez por eso “Civita” pensó que la única alternativa era salir a quemar las naves, a encomendarse a la fortuna para que nada se rompa y acelerar, a andar los mas rápido posible, aun desafiando los límites. Casi con seguridad pensó eso. Lo que jamás pudo haber pensado es que la del día siguiente sería la última largada de su vida.
A las 8 de la mañana, la última etapa de la Vuelta a la Provincia del Chubut se ponía en marcha, con la partida del auto de Andrés Sancha.
A las 8h03m, arrancaba Civitarreale. A fondo, no había otra posibilidad. A tratar de recuperar terreno, de acercarse a los punteros. Antes de Colanconhue, un profundo badén esperaba al de Comodoro. Ya había pasado por allí, Sancha, “Pepe Ruso” y Ventura, sin inconvenientes. Pero Civitarreale venía muy fuerte, de verdad, y no alcanzó a ver el badén a tiempo para desacelerar. El auto voló y en una cabriola loca se clavó de punta, luego una, dos, tres... ¿cuántas vueltas?... Las suficientes para que el piloto sufriera gravísimas heridas para desesperación de su acompañante que, milagrosamente resultó ileso.
El drama se había desatado. El primero en llegar al lugar fue otro comodorense: Enrique Tonin. Por supuesto detuvo su marcha y al ver la gravedad del caso comenzó a hacer señas al resto de los competidores, que uno a uno iban llegando al lugar. Luego se detuvieron Elgorriaga, Kesen, Arranz y finalmente Bartolomé Tellarini que tomó la decisión de abandonar la carrera para trasladar hasta Esquel al piloto accidentado. Gestos de grandeza comunes por aquellos años. Para Tellarini la carrera había terminado. No importaba, estaba primero la vida de un hombre. Para el resto, la carrera continuaba, aunque ya no era lo mismo, la alegría se había quedado detenida en aquel badén cercano a Colanconhue.
Tres días después, el 28 de mayo, la noticia conmovía a Comodoro Rivadavia. Luís Civitarreale le decía adiós a este mundo, pese a los denodados esfuerzos de los médicos del hospital de Esquel, que no alcanzaron, sin embargo, para luchar contra las gravísimas heridas sufridas por el piloto. Luís Civitarreale moría y entraba en la historia como la primera víctima del automovilismo de Comodoro Rivadavia.
Pero volvamos a la carrera. A mitad de la etapa se acabaron las esperanzas de Pedro Arranz, cuando los fierros cansados dijeron basta.
Andrés Sancha se encaminaba hacia lo que parecía una segura victoria. Sin embargo, no pudo ser. Cerca de Dolavon, cuando el final estaba casi al alcance de la mano, su auto se detuvo y todos los esfuerzos por ponerlo en marcha fueron inútiles. La euforia, viva hasta ese momento, dejó paso a la frustración y la victoria, que parecía irse hacia Puerto Madryn, de pronto se quedó en Trelew.
Asíscolo Ventura, en 6h27m20s, ganó la etapa, pero “Pepe Ruso”, segundo en el parcial, se quedó con la victoria final, tras 17h50m55s de carrera.
A 5m08s del ganador, se ubicó Ventura y luego, tercero a 1h19m, Selin Kesen, cuarto a 1h36m57s Enrique Tonin, quinto a 1h55m25s el “Nene” Thomas, sexto Andrés Elgorriaga a 2h10m11s y séptimo el hombre que había volcado en la primera etapa pero no se dio por vencido, Enrique Carlin, a 4h54m11s.
La Vuelta a la Provincia del Chubut había llegado a su fin. Fue una gran carrera, vivida intensamente por los pilotos y por la gente del pueblo, que a la orilla del camino festejó, aplaudió y alentó a los protagonistas. Como era la característica del automovilismo de aquellos años, sirvió para integrar regiones, para dar protagonismo a los casi olvidados pueblos del interior, para mejorar caminos.
Lástima que tanta maravilla haya sido empañada por la partida definitiva de Luís Civitarreale.
Pero esta extraordinaria carrera, fue casi como un oasis en medio del desierto, porque para la categoría mayor del automovilismo regional, la cosa no pintaba bien y la falta de continuidad en la competencia atentaba contra las posibilidades de desarrollo.

1 comentario:

  1. Cuando Bartolomé Tellarini decidió dar la vuelta para socorrer a Civitarreale abandonó cualquier oportunidad de seguir compitiendo. La dirección de carrera le entregó una copa y una placa en la que estaba escrito "Caballero de la carretera"
    Escribo este comentario honor a Bartolomé Tellarini fallecido hoy 11/08/2011.
    Fdo: su hijo
    Bartolomé Tellarini López

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