lunes, 24 de enero de 2011

EL 17 DE OCTUBRE

El año 1951 fue más que especial para el automovilismo argentino porque fue el de la primera consagración mundial de Juan Manuel Fangio, quien con la Alfetta, se quedaba con el título de la Formula Uno. Pero eso no era todo, porque por única vez en la historia, nuestro país tenía dos pilotos ganando en la máxima categoría del automovilismo universal. Fangio, que ese año se quedó con la victoria en Francia, España y Suiza y el arrecifeño José Froilan González que llevó por primera vez a la victoria en una carrera puntable a la Ferrari, al ganar en Inglaterra, en el mítico circuito de Silverstone.

El riogalleguense Percy Beecher corriendo en algún circuito
ubicado en la soledad patagónica, en 1951.
(Foto:  Fotógrafo Desconocido)
El 24 de febrero de ese año, en Jaramillo se llevó a cabo una competencia para la categoría Ford T. Ganó el deseadense Aldino Fava, seguido por Celestino Malangoni, en un día muy especial para un hombre de Comodoro Rivadavia que en esa jornada debutó en el automovilismo, con un interesante tercer lugar. Su nombre: Francisco Smith o “Panchito”, si prefiere, quien corrió acompañado por Aníbal Puentes.
El ejercicio de 1951 ofreció dos carreras espectaculares en Comodoro Rivadavia. En el mes de marzo, el TYPAC inauguró el circuito “17 de Octubre”, que con una extensión de algo mas de once kilómetros, utilizaba caminos próximos a Caleta Córdova, donde los pilotos giraron en treinta y cinco oportunidades, para totalizar 392 kilómetros de carrera.
Ante un marco de público impresionante, que la revista Mundo Deportivo estimó en diez mil personas, a intervalos de diez segundos fueron poniéndose en marcha los protagonistas de aquella carrera.

Selin Kesen por los caminos cercanos a Caleta Cordova en 1951
(Foto:  Diario El Rivadavia)
El primero en largar, con el número uno, fue el invitado especial, Ernesto Petrini, quien trajo su Ford desde la Capital Federal con toda la intención de ganar. Luego de él, iniciaron la prueba “Pepe Ruso”, José Rozas Ferre, el riogalleguense Eusebio Ilhero, Pedro Sancha, de Puerto Madryn, Américo Blanco Brid, que no tardaría en convertirse en uno de los más importantes pilotos y preparadores de la región; Selin Kesen, Ricardo Bissi, Guillermo Quintana, Luís Verdeal y Joaquín Daponte.
En la misma largada, un palier cortado dejó de a pie al esquelino Guillermo Quintana, que no tuvo mas remedio que mirar la carrera desde afuera.
Las cinco primeras vueltas marcaron una escapada de Petrini, seguido a 34s por “Pepe Ruso”, a 1m51s por Rozas Ferre, a 1m53s por Sancha y a 2m43s por Ricardo Bissi, quien una vuelta mas tarde sufrió un vuelco espectacular que lo dejó fuera de carrera, afortunadamente ileso. Durante muchos años, ese difícil sector del circuito sería conocido como la “curva Bissi”.
En la novena vuelta, Petrini, con una goma pinchada, se vio obligado a detenerse y cedió la punta de la carrera al temible piloto de Trelew que aprovechó y acumuló una ventaja de 1m09s.
Una vuelta después, mandaba “Pepe Ruso” pero ahora con 54s de ventaja sobre Petrini que inició una acelerada fenomenal tratando de recuperar el liderazgo. Tercero estaba Verdeal a 2m47s y cuarto Rozas Ferre a 4m47s.

Hermosa imágen del Circuito 17 de Octubre. El Chevrolet de
Luis Verdeal, la gente, mucha, al costado del camino y abajo
el valle, para que no queden dudas de que el auto va trepando.
(Foto:  Gentileza Alberto Perez)
Cuando la carrera promediaba, en la vuelta catorce, Petrini despedazó los relojes y clavó un fantástico 5m48s para la vuelta lo que lo llevó, al giro siguiente, a recuperar la punta.
Pero sin dudas, no era el día de Petrini. Dos vueltas más tarde el inconveniente se presentó en los frenos y el porteño se detuvo a reparar, perdiendo más de diecisiete minutos. Luego volvió al camino pero algunas vueltas mas tarde abandonó definitivamente, cuando su motor, despiadadamente castigado en el esfuerzo, se negó a seguir funcionando.
A quince vueltas del final, desapareció del clasificador Rozas Ferre, detenido en algún punto del circuito y apareció en tercer lugar, con una marcha muy regular, el forcito de Selin Kesen, detrás de “Pepe Ruso” y Luís Verdeal.
Pero la carrera, todavía no había dado todo. En la vuelta veinticinco, cuando trataba de achicar la diferencia que le había hecho el puntero, Verdeal llegó pasado a una de las curvas del circuito y el auto se desacomodó. En el intento por retomar la huella, el piloto perdió el control y fue a pegar fuerte contra el cerro. Allí quedó el Chevrolet, con la suspensión delantera despedazada, descansando, aunque herido, del tremendo esfuerzo.
Hasta el final, nada mas.- Fue una cómoda victoria de “Pepe Ruso”, en 3h48m23s, a más de 102 km/h de promedio.
Detrás del ganador, a algo menos de 12m, Selin Kesen rescatando un trabajado segundo lugar y el portuario Pedro Sancha, completando el lote de autos que logró terminar la carrera.
El 22 de abril, Aldino Fava ganó la “Doble Puerto Deseado – Jaramillo” para Ford T, superando los 95 km/h de promedio y unos días después, el 5 y 6 de mayo, varios hombres de la región se fueron a correr la “Vuelta de La Pampa” de Turismo de Carretera.
Entre los nombres famosos de Dante Emiliozzi, Marcos Ciani, Pablo Gulle, Juan Marchini, José Francia y otros, aparecieron los de cuatro hombres del sur que se animaron al desafío: “Pepe Ruso” y José Leonard, de Trelew y Luís Verdeal y Selin Kesen, de Comodoro Rivadavia.

Toda una postal del automovilismo de los años 50 y del circuito 17 de
Octubre. Pepe Ruso adelante con Ernesto Petrini en su persecución.
La gente, el morro de Caleta Cordova y al fondo, vigilante, el Pico Salamanca.
(Foto:  Diario El Rivadavia).
Sería una triste carrera para los patagónicos que no tardaron en enterarse que una traicionera curva, en las cercanías de Winifreda, los dejaba para siempre sin la presencia de José Leonard, quien pagaba con su vida, un alto tributo a su amor por la velocidad.
Selin Kesen y “Pepe Ruso” quedaron fuera de carrera y Luís Verdeal, que terminó ultimo y muy lejos, hizo gala de un espíritu deportivo encomiable que le valió el reconocimiento de propios y extraños y un premio especial de parte de los organizadores.
Finalmente la Vuelta de La Pampa de aquel año la ganó el local, Juan Marchini, seguido por Juan Gruat, Dante Emiliozzi, José Francia y Pablo Gulle.
Entusiasmados por el éxito de la carrera de marzo, los inquietos dirigentes del TYPAC decidieron encarar un desafío mayor y se pusieron a trabajar en la organización de una carrera de Turismo de Carretera válida por el campeonato argentino.
Al comenzar la primavera de 1951, el sanjuanino Julio Gelón Devoto, mas conocido por su seudónimo de “Ampacama”, ganó la Vuelta de Comodoro Rivadavia, corrida sobre 25 vueltas al circuito “17 de Octubre”, totalizando 280 kilómetros de marcha.

Otra vez Selin Kesen, pero esta vez corriendo muy lejos de Comodoro
Rivadavia. Fue en la Vuelta de La Pampa de 1951.
(Foto:  Diario La Nación)
El veloz Devoto empleó 2h29m36s para concretar su triunfo, corriendo a 112,289 km/h, seguido por aquel fantástico piloto de Coronel Pringles que fue Esteban Fernandino, a solamente 26s de diferencia.
Tercero fue Vicente Tirabasso a 2m14s, cuarto “Pepe Ruso” a 3m19s y luego Luís Verdeal, José Rozas Ferre, Carlos Lorenzo (TeBeCe), Selin Kesen, Eusebio Ilhero, José Cristian, Joaquín Daponte, Dante Violi y Emilio Carbonell.
El año comenzaba a despedirse cuando Rozas Ferre volvió a insistir en un Gran Premio y una vez mas tuvo una actuación destacada pero no pudo llegar al final. Durante el transcurso de la séptima etapa, el comodorense, acompañado por Jorge Cervera, se quedó de espectador en algún lejano lugar del país. Sin embargo, otra vez había brillado con luz propia.

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