lunes, 24 de enero de 2011

FINAL DEL SUEÑO

Noviembre de 1963. El presidente Arturo Illia, en cumplimiento de promesas preelectorales, anula los contratos petroleros con empresas extranjeras que habían sido firmados por Arturo Frondizi.
La medida, como es de suponer, tuvo un impacto directo y muy fuerte sobre la economía comodorense, que sufrió una profunda recesión, después de haber sido inflada engañosamente durante un lustro.
A la luz de estos acontecimientos, el panorama para el automovilismo regional no se presentaba demasiado alentador, porque, aunque sobraban las ganas, escaseaban los recursos.
Sin embargo, el 8 de febrero de 1964, la temporada se puso en marcha en Puerto Deseado, con una carrera para karting y Ford T, organizada por el Club Deseado Juniors.
Guillermo Sanfelice, piloto de la ría, se quedó con la victoria en la categoría menor, tras un interesante duelo con Federico Villa, que terminó segundo.
El Ford T ofreció un nuevo monólogo de Américo Blanco Brid, relegando las aspiraciones del Beto Rodríguez quien ese día, luego de su paso por el karting, debutaba en el automovilismo mayor. Tercero, otro hombre que dejaría su impronta grabada en la actividad: Avelino González.
Después nada, hasta el mes de mayo, cuando el Ford T se presentó en Comodoro Rivadavia.
Antes, el 21 de abril, la ciudad recibió nuevamente la visita de Juan Manuel Fangio, quien llegó acompañado del doctor Cesar Carman, presidente del Automóvil Club Argentino, para inspeccionar las obras de la nueva filial de la institución.
El 10 de mayo, tras treinta vueltas al autódromo, otra vez Américo Blanco Brid resultó ganador en Ford T, aventajando por 42s a Willy Kank y por un minuto al caletense Roberto Regemburger.
Ese día, Juan Alberto Rodríguez mostró sus dotes de piloto veloz, al clavar el récord de vuelta en 54s1/5 y comenzó a ubicarse en el grupo de hombres que hacían el espectáculo.
El 31 de mayo, mientras un atrevido jovencito de flequillo irreverente y apenas 18 años, llamado Luís Rubén Di Palma, sorprendía al país al ganar la Vuelta de Arrecifes de Turismo de Carretera, dando inicio a una inigualable trayectoria de cuatro décadas, otro joven, que también se las traía, ganaba la carrera de karting corrida en el circuito de la Base Aérea. Su nombre: Joaquín Blanco.
Aquella tarde, Blanco dejó atrás a Jorge Ginochio, Luís Góngora, Roberto Favero, Humberto Almonacid y Domingo Uzqueda.
Junto con el karting se presentó la categoría midget, que vio ganar a Alberto Iglesias, escoltado por Edgar Rojido y Avelino González.
El 5 de julio el Auto Moto Club organizó un festival automovilístico en el autódromo General San Martín, con la participación de cuatro categorías: motos, camionetas, Ford T y Standard 4200cc.
En las dos ruedas la victoria fue para Tony Almazán, mientras que en camionetas ganó el seudónimo “Pájaro Loco”, seguido por Boros Kenes y el reaparecido Juan Bautista Fernández.
En Ford T, cuando no, fue triunfo de Américo Blanco Brid, escoltado, como en el mes de mayo, por Guillermo Kank y en el tercer escalón del podio, Héctor Costilla.
Precisamente, Costilla se tomó revancha en la siguiente carrera, la de Standard 4200cc, al lograr una resonante victoria sobre el trelewense Benito Calvo y el comodorense Osvaldo Ismael Flores.
En ese mes de julio, la noticia fue Emilio Carbonell. Es que a los 53 años y después de mucho tiempo inactivo, el veterano gladiador volvió a calzarse el casco y salir al circuito. Fue en una carrera disputada en el circuito Juan Bautista Alberdi, de Trelew. Sin embargo el intento fue fugaz y luego de esa prueba, “Toscanito” no volvió a correr jamás.
Apenas comenzado diciembre, mas de cincuenta equipos se pusieron en marcha desde Comodoro Rivadavia, para disputar el Gran Premio Bodas de Oro de Casa Freile de regularidad, con un ida y vuelta hasta Caleta Olivia.
La victoria final fue para Idilio Correia, seguido por Santiago Freile, Raúl Andrés Vilariño, Pedro Fernández, Francisco Rial, Arturo Masemberg, Juvenal García, Héctor Pinelli, Felipe Escribano y Jorge Posse.
El año se cerró con una muy buena noticia para los patagónicos. Pedro Sancha, el piloto de Puerto Madryn, al comando de un Chevrolet 400, ganó la Mar y Sierras de Turismo Mejorado. De esa manera, Sancha se convirtió en el segundo chubutense en ganar una carrera por un campeonato nacional, después de la victoria de “Pepe Ruso” en la Vuelta a la Gobernación Militar de 1950. Con el correr de los años, solo cinco pilotos más de esta provincia lograrían tal halago: Alejandro Rementería, Carlos Costilla, Tito Abdala, Ariel Pacho y Enrique Verde.
El año 1964 había concluido. La actividad automovilística en la zona había sido pobre en carreras, pero algo se venía gestando. Surgían ideas renovadoras, soplaban nuevos vientos y el ambiente automovilístico se preparaba para el gran salto, que sin saber, daría al año siguiente, a partir de una carrera mágica.

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