jueves, 16 de septiembre de 2010

FIERROS CALIENTES

El año 1972 seguramente será recordado como el punto de partida de una época de oro del automovilismo comodorense y de la región. Es que ese año germinó la semilla que pocos meses antes, el 11 de noviembre del año anterior, había sembrado la gente del Club Los Andes al inaugurar su circuito de El Faro y fundar una nueva categoría automovilística: el Hot Rod.
Orientada a poner en pista la gran cantidad de automóviles importados que existían en la zona, ingresados con los beneficios del paralelo 42 y ya casi en desuso, el Hot Rod alcanzó una rápida popularidad y a solo meses de su nacimiento ya estaba convertida en la categoría mayor del automovilismo regional.


El recordado Esteban Horvat, uno de los fundadores del Hot Rod, finaliza
la carrera corrida en el circuito El Faro el 11 de noviembre de 1971. Ese día
nacía la categoría y el circuito.
(Fotografía: fotografo desconocido)
Sin miedos ni prejuicios, en su primer año de existencia encaró todos los desafíos. Levantó nubes de polvo en el circuito El Faro, se fue a correr al viejo trazado de la Asociación de Volantes Mar y Valle de Trelew, viajó a inaugurar el circuito de Puerto Deseado, salió a la ruta a correr por los caminos patagónicos y cuando hubo que subir al asfalto del autódromo General San Martín lo hizo sin temor y brindó espectáculo.
Los viejos y pesados Chevrolet, Fairlane, Mercury o Studebaker convocaron a la gente. Al público y a los pilotos. Comodoro Rivadavia, Esquel, Sarmiento, Río Mayo, Caleta Olivia, Pico Truncado, Las Heras, Jaramillo, Puerto Deseado… todos estaban representados en el Hot Rod. Cada ciudad o pueblo siguiendo a su gente, haciendo posible su participación a través de aportes personales, de trabajo, de conformación de peñas. Orgullosos de tener un piloto con quien identificarse. Confiados en el futuro de la categoría.
Y el Hot Rod no defraudó las expectativas. Corrió doce carreras a lo largo del año. Siete en el escenario que la vio nacer: el circuito El Faro; una en Trelew, dos en Puerto Deseado, una en el autódromo General San Martín y una en ruta abierta. Todas con un marco de público imponente. Algunas acompañado de aquella otra sensación de aquellos años, que eran las camionetas, otras por el Turismo Nacional hasta 850 cc de cilindrada, las menos en solitario.
Apenas iniciado el año, el 16 de enero, el Hot Rod se puso en marcha con su primera carrera de la temporada en el circuito El Faro, inaugurado en noviembre del año anterior.
Ese día, el Club Los Andes reunió al Hot Rod, las camionetas y el TN 850 cc. Más no se podía pedir.
El recordado negro Mario Vernetti, con un Gordini, se quedó con la victoria en la categoría menor, tras diez vueltas de lucha con Mario Ogas y Eduardo León, que terminaron segundo y tercero, respectivamente.



Juan Frkovich peleandole a la tierra arisca del circuito El Faro, en 1972.
Fijese el brazo fuera de la ventanilla, la seguridad brillaba por su ausencia.
(Fotografía: fotografo desconocido)

El espectacular tano Vicente Giannotta, con su F 100, ganó en camionetas, superando con alguna comodidad a Guillermo Salas y Emidio Cesarini.
El cierre para el Hot Rod, que disputó una final a ocho vueltas tras correr tres series clasificatorias, ganadas por Eduardo Botel, Héctor Zanotti y el seudónimo “El Cordobés”.
La primera del año fue, finalmente para Mauricio Saez “El Yagua”, ganándole por 15 segundos a Botel, por 48 a Zanotti y por más de un minuto a Domingo Uzqueda. Fuera de pista, con diversos problemas, quedaron Lucio Gimenez, “El Porteño” (Alberto Lagoa), “El Cordobés”, el binomio Fuentes-Fernández y Agustín Castro.
A todo esto, algunos pilotos de Comodoro Rivadavia que no participaban de la categoría, corrían en otros circuitos de la patagonia con gran suceso, tal el caso de Guillermo Kank en la Mecánica Regional 5000 cc de la zona de Río Gallegos.
Precisamente, el 31 de enero, el popular “Willy”, con su Liebre 1 ½ fue tercero en la carrera disputada en el circuito Cabo Negro, de Punta Arenas, Chile, detrás del ganador José Muñiz, con Falcon y del chileno Esteban Guic con un Chevrolet Camino.
No hubo que esperar demasiado para la segunda presentación del año. El 13 de febrero, las mismas categorías volvieron a presentarse en El Faro.


Una imágen maravillosa captada en el circuito El Faro por un fotógrafo de
la epoca cuya identidad, lamentablemente, desconocemos. Por adentro dobla
Ramonin Fernández y por fuera, un poco "desparramado", Carlos Saleme
 Publicamos esta foto gracias a la gentileza del amigo Martín Ramirez,
de Puerto Deseado.
Pocos días después, el 1 de marzo, los pilotos del Hot Rod fundan el “Círculo Deportivo de Volantes Patagónicos”, destinado a trabajar en conjunto con el Club Los Andes en la organización de las competencias.
La presidencia del Círculo recayó sobre Enrique “Pipo” Stefen, a quien acompañaban en la vice presidencia, Angel García; en la secretaría, José “Pepe” Casal; tesorero, Emidio Cesarini y una comisión integrada por Julio Cesar Casal, Roberto Barattini, Guido Monte de Roza y Oscar Dabraccio.
Julio Chaparro fue designado Comisario Deportivo, el doctor José Manuel Corchuelo Blasco, médico; Hugo Vian, Jefe de Seguridad; Alberto Lagoa y Luís Martignoni en la inspección de circuitos; Vicente Atorrasagasti y Juan Koprowski, cronometristas y Raúl Aguilera y Evaristo Guzmán como Comisarios Técnicos.
En el mes de marzo, mas precisamente el día 12, el automovilismo nacional se hizo presente en el todavía joven autódromo General San Martín. La Mecánica Nacional, en sus versiones Formula 1 y 2 se encargaron del espectáculo.
En F 2 la victoria correspondió a Osvaldo Bessia, superando a Fernando Fabergiotti, Fernando Ferrari, Raúl Expósito y Osvaldo “Cocho” López, quien tras tener problemas en la primera serie se rehizo ganando la segunda.
En F 1, aunque ganó Daniel Favre, el dueño del espectáculo fue Rubén Luís Di Palma, quien ese día giró en el circuito Yacimientos Petrolíferos Fiscales a mas de 167 km/h.
El triunfo, ya lo dijimos, fue para Favre, escoltado en el podio por Víctor Hugo Pla y el veteranísimo Ramón Requejo.


Otra joya aportada por Martín Ramirez: el Hot Rod corriendo en el autódromo
General San Martín y los autos en pleno tránsito de la viborita.
(Fotografía: gentileza de Horacio "Potrillo" Vega)
El 9 de abril reaparecieron los poderosos Hot Rod, otra vez acompañados por las camionetas y el TN 850cc.
Vibrante carrera la de los mas pequeños, que finalmente ganó Eduardo León, superando a Vernetti por nueve segundos. Ese día dio espectáculo un hombre que muy poco tiempo después se sumaría a las filas del Hot Rod con notable suceso. Su nombre: Jorge Petrinoli. Su apodo: “El Griego”.
En las camionetas un duelo fantástico entre Vicente Giannotta y Roberto Girolá, de Esquel, que duró hasta la tercera vuelta, cuando abandonó este último. Parecía que la carrera quedaba servida para Giannotta pero en la quinta vuelta, la F 100 del hombre de Caleta Córdova cantó el “no va mas” y Emidio Cesarini, que marchaba expectante en el segundo lugar heredó la punta que no abandonó hasta el final.
Y después el plato fuerte. El Hot Rod en pista. Corriendo tres series y una final. Con victorias parciales de “El Yagua”, Ricardo Zukas y Jorge Gómez y un fantástico triunfo final de Roberto Barattini con el Chevrolet 58 de la peña “Mil Tuercas”. Tras él, Domingo Uzqueda y Juan Frkovich, completando el podio.

Gracias al aporte del amigo Ricardo Alejandro Mac Donald publicamos esta maravillosa imágen del piloto de Esquel, Roberto Girola, doblando a fondo con su F 100 en el circuito El Faro. Fue el 10 de septiembre de 1972.

Seis días después el primero de dos golpes brutales que recibió el automovilismo de estas tierras. El 17 de abril dejaba de existir en el Hospital Regional el bueno de Severiano Cuesta, accidentado durante la disputa de la Vuelta de Santa Cruz mientras corría de acompañante de su hermano Luís. El dolor mayor para San Julián, su pueblo. La tristeza para todo el ambiente fierrero de la Patagonia.
A comienzos de mayo, el día 5, el Auto Moto Club organizó una carrera formidable: las “6 horas de Turismo”, para autos de hasta 2000 cc de cilindrada, con la participación de máquinas y volantes de toda la región y el renovado duelo Fiat – Peugeot.
Los comodorenses se florearon y se quedaron con todo, ya que la exigente carrera fue ganada por Carlos Mottino y Mario Jones, con la cupé Fiat, seguidos por el Peugeot de “Corcho” Kank y Mario Vernetti; el auto de la peña Petrolero Austral, piloteado por Carlos Fernández y Guillermo Salas y luego Aguirre-Aguirre, los riogalleguenses Jorge Gorchs y Cacho Hawkins, los valletanos Jorge y Mario Velazco con una cupé Fiat, Carlos Lafuente y Freddy Fuhr, de Río Gallegos con otra Fiat y Daporta-Giordano de Puerto Madryn.
Y el destino que no da respiro. 27 de mayo, con toda la ilusión a cuestas, dos hombres de Comodoro Rivadavia bajan muy rápido por La Quebradita, en Tucumán, a bordo de un Peugeot 504 que quería ser protagonista de la Vuelta del Noroeste de Turismo. Vaya a saber que cosa hizo que ese auto se fuera del camino en los cerros cercanos a Tafí Viejo y cayera al vacío, llevándose para siempre al “Beto” Rodríguez y su acompañante, Oumenio Valderrey.
Juan Alberto Rodríguez, el joven de 29 años que había nacido en Corral de Bustos, provincia de Córdoba pero hacía mucho tiempo había elegido Comodoro Rivadavia como su lugar, ya no volvería a estar en la línea de partida para iniciar una carrera, pero paradójicamente estaría, desde ese momento, en cada largada de cada carrera como un recuerdo imborrable, porque su pasión lo hizo ocupar un lugar en el automovilismo de estas tierras y en el corazón de la gente que jamás abandonó.
Pero aun ante el dolor, el automovilismo sigue. El 4 de junio el Hot Rod corrió en El Faro. Ese día quizás poco importó la victoria de Ricardo Zukas, el segundo lugar de Evaristo Guzmán o el tercero de Omar Tavella. Porque ese día algo se fracturó, iniciando una serie de desencuentros que amenazaron con dañar a la nueva categoría.
Ese día el Club Los Andes y el nuevo Círculo Deportivo de Volantes Patagónicos iniciaron un enfrentamiento que se convertiría en fractura y poco a poco iría erosionando la integridad de una categoría que aun no había llegado a su definitiva madurez.
Sucedió que al modificarse la programación original prevista para la carrera, el Círculo de Volantes decidió dar la espalda a la misma y no participar. Sin embargo, diez de los pilotos inscriptos optaron por presentarse a la línea de largada. Los Andes hizo disputar la competencia aunque el Comisario Deportivo, Julio Chaparro la había suspendido por falta de autos.
En los días siguientes una serie de comunicados de prensa, tanto del club como del Círculo, avivaron el fuego que amenazaba con convertirse en un gran incendio. Finalmente el Club Los Andes tomó la iniciativa y decidió avanzar en la organización de una carrera sin la participación del Círculo de Volantes, al tiempo que designó una nueva Comisión de Carreras, integrada por varios hombres que provenían del Círculo, entre ellos José Julio Casal.
El 9 de julio la carrera se corrió con una sola de las dos categorías programadas. Las camionetas no participaron, debido a las intensas nevadas que se registraron en la zona e impidieron el viaje de los pilotos de Sarmiento y Esquel.
El triunfo en el Hot Rod fue para el hombre que al término del año se convertiría en el primer campeón de la categoría: Ricardo Zukas, quien le ganó por 22s a Alberto Leonori; por 37s a Enrique Pérez; por lm34s a Evaristo Guzmán y por 1m39s a Esteban Horvat.
Mientras tanto el conflicto de instituciones, continuaba. El Círculo de Volantes anunció la realización de una carrera en el autódromo General San Martín para el 6 de agosto, pero Los Andes salió al cruce programando una presentación de la misma categoría una semana después, el día 13, en el Sargento Cabral de Gaiman.
La lluvia vino a poner un paño frío al conflicto, al obligar a postergar una semana la carrera del autódromo y dar por tierra con la presentación en Gaiman pensada por la gente de Los Andes.
El 13 de agosto de aquel 1972 se inscribió un nuevo hit en la rica historia del Hot Rod. Con la organización conjunta del Círculo de Volantes y el Auto Moto Club, la categoría pisó por primera vez el asfalto del General San Martín en una programación compartida con los autos de 850cc.
Dos series por suma de tiempos para la categoría de los autos mas pequeños, que en los cómputos finales vio ganador, tras 16 vueltas, al valletano Raúl Liñeiro, seguido por Mario Ogas, a 25s; Enrique Carro, a 41s; Dante Villanueva, a 43s; “Cari” Torres, a 46s; Eduardo León, a 1m01s; Raúl Ormazabal, a 1m27s y Carlos Mateos a 1m28s.
Antes de largar murieron las esperanzas de Alberto Gómez y Roberto Mc Leod que no pudieron ser de la partida y luego, en la vuelta seis, todo se terminó para Enrique Lola, en la ocho para Julio Ramírez y en la once para Juan Salaberry.
En Hot Rod, dos series y una final. Roberto Barattini y “El Griego” se quedaron con los parciales y Petrinoli ganó la final, a 110,615 km/h de promedio, seguido a 16s por Barattini; a 21s por Saturnino Castro y a 2m07s por Eduardo Arroyo. Con vueltas menos quedaron Domingo Uzqueda, Juan Carlos Fita y Alberto Lagoa.
Y otra vez el absurdo enfrentamiento oscureciendo el cielo del Hot Rod. Para el mismo día, el 3 de septiembre, Los Andes programó una carrera en El Faro y el Círculo de Volantes otra en Trelew.
Finalmente se corrió el 3 en Trelew y el 10 en El Faro, pero el clima interno de la categoría estaba totalmente enrarecido.
Lo dicho, el 3 de septiembre, el Hot Rod fue a Trelew a correr en la tierra del circuito de la Asociación de Volantes Mar y Valle. Fue victoria para Barattini, seguido por Jorge Petrinoli, Saturnino Castro, el binomio Fernández-Fuentes, Angel Trevisán, Juan Carlos Fita, Alberto Alegre, el binomio Castro-Matías, Oscar Azzi, “El Yagua”, Alberto Lagoa y Henry Fort.
Una semana después, el 10 de septiembre, Camionetas y Hot Rod en El Faro. Triunfo del esquelino Roberto Girolá en las camionetas, relegando las aspiraciones de Del Blanco, Salas, Luque y Cesarini.
En el Hot Rod, tras la disputa de tres series, ganadas por “El Yagua”, Zukas y Juan Frcovich, en la final a ocho vueltas impuso su autoridad Ricardo Zukas para ganar en gran forma y acercarse al título de campeón. A 10 segundos del ganador llegó “El Griego” y luego, a 2m01s, Enrique Pérez; a 2m07s, Alberto Lagoa y a una vuelta, Juan Frcovich y Evaristo Guzmán.
La crisis institucional llegó a su punto culminante y el 14 de setiembre, en un intento por darle una salida, Enrique Stefen, el bueno de “Don Pipo”, dio un paso al costado y renunció a la presidencia del Círculo de Volantes. Los hechos que se sucedieron en este y años posteriores, demostraron la inutilidad de esa renuncia y ratificaron que la cosa no era cuestión de hombres, sino de actitudes.
Lo cierto fue que, con crisis o sin ella, el Hot Rod viajó para correr por primera vez en Puerto Deseado, bajo la organización del Club Deseado Juniors.
Fue triunfo para Roberto Barattini, pero otro hecho marcó esa carrera. Ganador de su serie y segundo en la final, un nuevo nombre se sumaba con fuerza a la larga nómina de pilotos de la categoría, el local, Ramonín Fernández que con el tiempo sería protagonista de las páginas mas brillantes de la historia del Hot Rod.
En el mes de noviembre, el Club Ingeniero Luís a. Huergo adquirió un auto de Mecánica Argentina Fórmula 4 para que sea corrido por un piloto de Comodoro Rivadavia. El día 2 de ese mes, la institución de barrio General Moscón convocó a periodistas deportivos y allegados al automovilismo a elegir al hombre encargado de conducir ese auto y en una masiva reunión, celebrada en el club, resultó electo piloto titular uno de los mas finos volantes que haya conocido la región: el flaco Carlos Mottino. Como suplente resultó electo Mario Vernetti y segundo suplente, Mario Ogas. Un mes después Mottino y ese auto se encargarían de poner de pie al público en el autódromo, demostrando que la elección había sido acertada.
Los días 4 y 5 de noviembre, el Automóvil Club Río Gallegos organizó la tercera edición de las notables “24 horas de Turismo”.
Reservada para las categorías “A” (hasta 850cc) y “C” (hasta 2000cc) del Turismo Nacional, esta carrera se corrió sobre un circuito semipermanente de tierra de 16 kilómetros de extensión, entre las 15 hs del día 4 y las 15 hs del día siguiente.
Tras el notable esfuerzo, David Islas con Antonio Prieto ganaron en la categoría menor, a bordo de un Renault Gordini, escoltados por los hermanos Juan Carlos y “Chiquito” Riquez, con una máquina similar y el comodorense Mario Ogas compartiendo el auto con “Pety” García.
En la clase “C” el triunfo fue para el legendario José Muñiz, acompañado por Edgardo Thevenon y Luís López, con un Peugeot 504, relegando al segundo lugar a la fuerte dupla integrada por Teddy Riestra y Jorge Gorchs, con otro Peugeot.
También aquí la tragedia estuvo presente. Eran las once y media de la noche cuando el caletense Mario Celentano, con su Peugeot, intentó ingresar a la zona de abastecimiento y en una desafortunada maniobra embistió al banderillero Gorosito, que trabajaba en ese lugar. El colaborador fue trasladado con urgencia hacia el hospital de Río Gallegos, pero su vida se apagó en la misma ambulancia. Celentano abandonó la carrera y nunca mas volvió a correr en la capital de Santa Cruz.
El 19 de noviembre, el Hot Rod volvió a Puerto Deseado para correr la penúltima carrera del año. Como en la prueba anterior, en esta se dio otra aparición estelar. Debut y victoria para un piloto de Puerto Deseado: Horacio Vega, mas conocido como “El Potrillo” y una actuación sobresaliente de Oscar Dabraccio que terminó en la segunda colocación.
Ese mismo día, en Trelew, se corrieron las “Tres horas de Turismo Nacional” y también allí un nuevo nombre se proyectó al firmamento automovilístico regional. Aunque no ganó, en la categoría menor, con un Fiat 600, debutó el comodorense Juan Brazao, quien en un corto tiempo se convertiría en una de las figuras mas importantes de la actividad de aquellos años. Junto a él, compartiendo el auto, otro comodorense debutante: Osvaldo Hilgemberger. Ambos constituirían, a corto plazo, un poderoso equipo dentro de los Fiat 600.
Comodoro Rivadavia se preparaba, por esos días, para vivir el gran cierre automovilístico de año, programado para el Hot Rod debutando en ruta abierta. Entretanto el Turismo Nacional pasaba por la ciudad, cumpliendo la segunda etapa del Gran Premio Argentino que se había iniciado en Santa Rosa, La Pampa y tras dirigirse a Bariloche hacía escala en la Capital Nacional del Petróleo.
El 6 de diciembre la categoría nacional terminó el tramo frente al autódromo General San Martín. Con el inigualable cordobés Héctor Luís Gradassi, sobre un Fiat 128, mandando en la clase B y el “Condor” José Migliore, con Peugeot 504, dueño de la mayor.
Fue aquel Gran Premio en el que en el taller de la Fiat, en Comodoro Rivadavia, se incendió el auto de Aldo Caldarella cuando trabajaban sobre él.
Finalmente, el día 8, el Gran Premio se fue. “Pirin” Gradassi y el “Pájaro” Garro, con Peugeot, serían los ganadores al final del esfuerzo, en Santa Rosa.
El 10 de diciembre el Hot Rod salió por primera vez a la ruta, para correr el Gran Premio Petróleo Argentino, como cierre de su temporada. Desde Comodoro Rivadavia hasta Caleta Olivia y regreso, en dos etapas, con la organización del Club Los Andes.
Fueron 25 ilusiones las que se pusieron en marcha ese día desde la largada, en la ruta 3, frente al autódromo, partiendo a intervalos de 10 segundos: Alberto Lagoa, Ricardo Zukas, Oscar Azzi, Roberto Barattini, Enrique Pérez, Raúl Rodríguez, Angel Félix, Mauricio Saez, Juan Kissner, Domingo Uzqueda, Jorge Mongano, Esteban Horvat, Raúl Villarroel, “Mandrake”, Julio Robinson, Saturnino Castro, el binomio Agüero-Marinado, Daniel Cattó, Mario Ogas, Juan Carlos Fita, Héctor Bellido, Ricardo Asenié, Horacio Vega, Evaristo Guzmán y Horacio Ramos.
Al término del primer parcial, en la ciudad del Gorosito, mandaba “El Yagua” Saez, a mas de 159 km/h de promedio, seguido por Juan Kissner, a 10 s; el debutante Mario Ogas, a 38s; Daniel Cattó, a 42s; “El Porteño” Lagoa, a 1,09s; Angel Félix, a 1m10s; Julio Robinson, a 1m17s; Roberto Barattini, a 1,25s; Saturnino Castro, a 2m12s; Héctor Bellido, a 4m24s; Raúl Rodríguez, a 7m; el “Potrillo” Vega, a 7m39s; Jorge Mongano, a 8m09s; Juan Carlos Fita, a 8m36s; Agüero-Marinado, a 12m35s y Raúl Villarroel a 47m39s. En el camino de la primera etapa había quedado, fuera de carrera, Zukas, Pérez, Horvat, Guzmán, Ramos, “Mandrake”, Azzi, Uzqueda y Asenié.
A las cuatro de la tarde, la largada desde Caleta Olivia, para cumplir el segundo y último tramo. Fue una tremenda actuación del Potrillo Vega, quien 26m06s después de largar arribó a Comodoro Rivadavia como ganador de la etapa. Sin embargo, la floja actuación en el primer parcial lo alejó de la lucha por la general que quedó en manos de Juan Kissner, segundo en la etapa, en 53m13s. Detrás del ganador, Daniel Cattó, a 1m22s; Angel Félix, a 1m45s; Saturnino Castro, a 2m30s; “El Yagua”, a 5m55s; Horacio Vega, a 6m50s, Héctor Bellido, a 7m55s; Raúl Rodríguez, a 10m56s; Julio Robinson, a 14m26s; Jorge Mongano, a 18m07s y Agüero-Marinado, a 20m50s.
La temporada regional había finalizado con esta carrera, sin embargo los aficionados de Comodoro Rivadavia tenían reservado un postre para una semana después, con la presencia de la poderosa categoría Sport Prototipos y la Fórmula 4, donde debutaría Carlos Mottino.
El 17 de diciembre, una vez mas, el autódromo General San Martín se vistió con sus mejores galas para recibir una categoría nacional. Y vivió una fiesta espectacular.
Por el vibrante duelo que en Sport Prototipos ofrecieron Luís Di Palma y Gastón Perkins, con victoria final para este último y sobre todo por la consagratoria actuación de Mottino, en su debut en la Fórmula 4, que le permitió llegar al podio después de pelear sin complejos la punta de la carrera.
Sucedió que el flaco, tras largar desde el quinto lugar la primera serie, comenzó una remontada que enloqueció al público que al borde del circuito festejaba ruidosamente cada maniobra del comodorense.
El primer grito fue en la vuelta tres, cuando el de Comodoro quebró la resistencia de Luís Tolosa y pasó al cuarto lugar. Dos vueltas después, otra vez la algarabía, porque quien cedía ante el acoso de Mottino era Ricardo Baratucci, dejándole el tercer puesto. En la vuelta siete, es casi el delirio, cuando el auto del Club Huergo aparece en segundo lugar, persiguiendo al puntero Andretta.
Hasta allí pudo llegar el flaco en la primera serie. No era poco, al contrario, todos los ojos del autódromo y sobre todo los de los visitantes estaban puestos sobre él. ¿Quién era ese longilineo y desconocido piloto que de buenas a primera le peleaba de igual a igual a los mas encumbrados nombres de la categoría?
La segunda serie fue mas dura. De arranque, nomás, Baratucci, Mottino y Stegaman, desplazaron a Carlos Andretta que largó desde el primer lugar. El primer paso por la viborita fue espectacular. Baratucci estaba en punta y pegado a sus escapes, Mottino, buscando la punta y cuidándose de Guillermo Stegaman, que marchaba detrás.
Hasta la vuelta cuatro Mottino pudo aguantar, allí debió ceder ante la presión de Stegman que lo superó y luego fue en busca de Baratucci, para quedarse con el triunfo en la serie.
Los números finales dicen que ganó Ricardo Baratucci, seguido por Carlos Andretta y tercero Mottino. De lo que no hablan los fríos números, es de la soberbia actuación del Flaco Mottino que hizo levantar al público en el autódromo, subió al podio en su debut en la categoría y demostró que aquellos que lo habían elegido para conducir ese auto no se había equivocado.

3 comentarios:

  1. Que interesante historia, muy buena gracias por compartirla ya que hay muchas cosas que desconocía y ahora ya se, además de conocer que desde mucho tiempo atrás las personas se apasionaban con los autos y la velocidad, saludos

    ResponderEliminar
  2. Me impresionó las carreras de camionetas que hacían. Estuve en Treveli en un comedor y en las paredes estaba esta foto junto a unas mas. Si tienen mas imágenes de carreras de las F100, Dodge, Apache me gustaría poder verlas.

    Saludos desde Venado Tuerto
    Marcelo Madelón

    ResponderEliminar
  3. Muy buenas fotos y reseñas, alguien tendra fotos de Gianota y Cesarini? Recuerdo que corrieron en Esquel en el circuito NAHUEL PAN. Uno con F-100 y el otro con una D-100 V8...

    ResponderEliminar